Amante de las artes plásticas desde niña, siempre me encantó dibujar, jugar y experimentar. Y siempre también muy cerca de las artes escénicas y atraída por estas, probé durante años diferentes tipos de baile, teatro, circo...

En esta imparable búsqueda descubriría la danza tribal fusión, de la que me sentí muy atraída y con la que acabé de sentirme identificada al darme más libertad y abrirme un abanico infinito de formas de expresión, y desde entonces no dejo de aprender asistiendo a clases, talleres y cursos de formación de diferentes disciplinas, combinado con entrenamiento e investigación  de forma autodidacta.

 

Me empeñé en intentar dedicarme profesionalmente a lo que me gusta y me llena, y de momento lo estoy haciendo y soy muy feliz. Que mi afición sea mi trabajo no sólo es posible, si no que es muy gratificante.

 

Me encanta pensar que nunca se deja de aprender, que todo es cambiante y que se puede evolucionar en cualquier momento en cualquier dirección, incluso yendo hacia atrás; que no es necesario agobiarse en los atascos; que los silencios también son parte del proceso y de nosotros mismos, e igual de importantes y necesarios que el ruido. Me gusta saber que existe la zona de confort para poder salir de ella y seguir creciendo, conociendo(me), descubriendo(me).

 

También me gustan los gatos, los animales en general, el mar y la montaña, ver series y películas, los cómics, los libros, los videojuegos, los viajes, la música, muchos temas diferentes, y encontrar la inspiración y motivación en cualquier cosa.

Los árboles, la Tierra, la Luna, la magia, el paganismo, la fantasía, la ciencia ficción, los retrofuturismos, la brujería, los bestiarios y mitologías, los circos antiguos de freaks, los seres olvidados, las cosas imposibles.